Los autores de tango han captado el pensamiento de la ciudad y lo han volcado a sus poesías.
En los versos, las frases tienen un significado particular; pero cuando pasan al lenguaje popular expresan un modo de ver la vida.
Muchas expresiones del cancionero tanguero se usan frecuentemente en los titulares de los diarios: Hacer algo “con el corazón al sur” (de El corazón al sur); en la literatura: “Una sombra ya pronto serás” (de Caminito), “No habrá más penas ni olvidos” (de Mi Buenos Aires querido) y en la conversación: “Veinte años no es nada” (de Volver) indica que a pesar del paso del tiempo y de los cambios, algunas características esenciales permanecen o también que algunos hechos lejanos del pasado parecen haber ocurrido ayer.
“El que no llora no mama” (de Cambalache) representa un pensamiento muy instalado en la sociedad porteña: quien no se queja o pide, no recibe beneficios.
“La lucha es cruel y es mucha “ (de Uno) apela a la idea bastante pesimista y muy poco placentera de la vida en la que el esfuerzo es una condición indispensable.
“¡Qué tiempos aquellos!” (de Tiempos viejos), recuerdo nostálgico de un pasado glorioso.
Los abuelos de hoy eran jóvenes cuando esas frases fueron escritas. Las han adoptado, pasado a sus hijos y estos a los nietos. La historia dirá si perduran en el peculiar modo de hablar de los porteños...
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