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San Luis Potosí, San Luis Potosi, Mexico
Colectivo Artístico y Cultural

martes, 27 de enero de 2009

Como se baila el tango?

El tango no es cosa fácil muchachos, al tango uno no llega porque sí y tampoco se queda así nomás. Al tango se llega con sigilo, con cuidado y se va entrando de a poquito y además las chicas, bailan en punta de pie. Así, con delicadeza pero con fuerza, se paran ante los primeros compases de un tango, como el malevo deberá deslizarse por el a paso firme y cadencioso, algunas veces en punta, pero siempre marcando la pauta del compas. Se necesitan dos para el tango: Es una vieja frase que vamos a traducir a estos fines… Hay algo que tenemos que comprender los que pretendemos bailar tango, si son mujeres, a no bailar solas y conectarse con sus compañeros, comprender las marcas. En el caso de los hombres, contener a su compañera, ser claros, esperarla y no bailar como con una muñeca, ser conscientes de la persona que se tiene entre los brazos... También sería bueno que pasara en la vida, no? Mucha gente que va a una clase de tango, pide que se le enseñen pasos y ni escucha la música, ni sabe caminar. Como dice un amigo, vamos despacito, en las lides del tango no se sale campeón mundial en la segunda clase muchachos, primero lo primero y despacito... piano piano si va lontano*. Para aprender tango hay que meterse en la música, luego caminar con ella y tercero acostumbrarse a guiar a una compañera y fusionarse con ella, teniendo en cuenta que se manejan dos cuerpos que deben estar coordinados y luego vemos. Cuando uno va a aprender a esquiar, empieza haciendo piruetas? Entonces?. La única forma de disfrutar es sentirse cómodo y no solo en el tango, por lo tanto, es mejor empezar relajándose y aflojarse un poquito. Los efectos del tango van a mas allá del puro placer de bailar, uno se relaja, se concentra en lo que hace y deja de lado sus problemas, se conecta con quien baila, se mete en la música y muchas veces, cuando se adquiere más confianza, se puede cerrar los ojos y dejarse llevar. Muchas veces quien no puede caminar, puede bailar y todos los dolores que nos mortifican fuera de la milonga se olvidan...Puede que luego de la milonga, como le pasa a cenicienta, el encanto se termine y las penas y los dolores vuelvan... Pero quien te quita lo bailado??? (Jejeje) El otro día escuché que Pugliese* decía que el tango te llega después de los 30, será así? A mi me llegó a los 20, además veo siempre parejitas, que fuera de toda pose tanguera, con rastas, pantalones de estilo hippie, zapatillas, jeans, etc. seguro no llegan a los 30. Los veo bailar con una concentración, un respeto, una pasión. Puede que el tango venga con la edad, o puede que tenga que ver con la pasión, la sensibilidad y el dolor. A lo mejor será que también a cierta edad las, seguro después de la tercera década, con algunas frustraciones en el haber, uno entiende un poco más de qué se trata, pero eso aun nos hace falta descubrirlo por nuestro propio camino…




*una frase de origen italiano que invita a la prudencia. Su traducción sería despacio, despacio, se llega lejos, aunque en su lengua de origen la frase es si va: piano,piano va lontano («el que va despacio, llega lejos»).


**Osvaldo Pedro Pugliese (2 de diciembre de 1905 - 25 de julio de 1995) fue un pianista, director y compositor argentino dedicado al tango. Nació el 2 de diciembre de 1905 en el barrio porteño de Villa Crespo (Ciudad de Buenos Aires, Argentina), en el seno de una familia de músicos, aunque no tan talentosos como él. Su padre, Adolfo Pugliese, tocaba la flauta en los conjuntos de barrio, esencialmente en cuartetos. Dos de sus hermanos mayores, Vicente Salvador y Alberto Roque, también eran músicos.

sábado, 24 de enero de 2009

sábado, 17 de enero de 2009

Cambio de Roles


Hoy hablaré de un tema un tanto controversial, si se lo mira desde el punto de vista de los códigos Tangueros y los conservadores del tango.


Me refiero a los CAMBIOS DE ROLES en el tango:


Es casi imposible, no pensar en roles definidos cuando se habla de tango.
Seguramente para mucha gente es obvio que en esta danza el Hombre lleva y la mujer sigue. Sin embargo, quienes son estudiosos del tango, saben que las evidencias de que el tango se bailaba entre hombres son irrefutables. Muchas son las teorías, desde el lucimiento y competencia de los compadritos entre ellos, hasta la que dice que los hombres desarrollaban su baile entre ellos, para luego poder deslumbrar mejor a las mujeres en las Milongas.



Los roles del tango, definen algo así como “las reglas de juego”, Y se basan en quien dirige y quien corresponde la danza. Se le llama “Hombre-Mujer” a los Roles asumidos en esta danza, o en la Jerga * de los profesores se usa “de” hombre o “de” mujer; y también Rol Masculino – Rol femenino. Pero en muchos países se dice “Leader” (Líder) al que lleva la danza y “Follower” (seguidor) a quien sigue el baile, no definiendo así sexos ni sexualidad por el rol asumido o elegido.

Se le llama entonces “Cambio de Roles” cuando alguien que Suele llevar la danza decide también, instruirse y practicar en el papel de seguirla y a su vez también cuando alguien que la sigue decide llevarla. No hay que confundir esto con signos de homosexualidad. Afuera deben quedar las palabras gay, lesbiana u homosexual. Uno no es mas macho por llevar a una mujer y la mujer no es sumisa por seguir al hombre, como tampoco un hombre es afeminado si sigue la danza y la mujer no es varonil por llevarla. Los hombres somos mas prejuiciosos que las mujeres y es por esto que el índice de mujeres que saben o les interesa aprender el rol masculino, es mucho mayor que el de hombres interesados en aprender el rol femenino.

No es cierto que un Hombre enseñe mejor a los hombres, y las mujeres mejor a las mujeres. Tampoco es cierto que una mujer baile mejor de quien sigue y que un hombre baile mejor de quien lleva. Si lo vemos como disciplina cualquiera puede darse cuenta de que el tango no es cuestión de fuerza, y que la mujer tranquilamente puede guiar a un hombre más alto y más pesado que ella, como también un hombre pequeño y desgarbado, puede guiar perfectamente a una enorme mujer. El tango es un arte que se basa en los cambios de peso, comunicación, equilibrio, entenderse y cuidar del equilibrio del otro. Todo se basa en entender sensiblemente el funcionamiento del cuerpo propio y el de la pareja. Muchas veces estos puntos, me recuerdan a algunas artes marciales, en donde con pequeños y simples movimientos, se logran resultados sorprendentes. Lo mismo se ve cuando un hombre o una mujer de 70 u 80 años puede bailar como los dioses, y mucho mejor que jóvenes atléticos, ágiles, flexibles, y expertos en pilates.
Es bueno que el alumno tome clases con dos profesores (sobre todo un principiante) y este sea enseñado viendo una pareja bailar. Pero cuando esto no es posible, el profesor o profesora debe asumir individualmente ambos roles según la ocasión. Todos los Profesores deberían saber ambos roles o por lo menos manejar y saber bastante bien su rol secundario y desarrollarlo como baile propio si no se tiene. Esto es fundamental para transmitir el funcionamiento de la danza.
Los cambio de roles, desarrollan muy favorablemente la habilidad, comprensión y sensibilidad en la danza. Pero esto es algo que -no debe de aprenderse en cualquier momento-, porque este ejercicio o juego, solo es positivo, cuando se tiene un profundo conocimiento de uno de los dos roles. Y sin bases firmes podría ser muy perjudicial para el rol aprendido inicialmente ya que se confundirían técnicas. Es bueno hacer, si se quiere, ejercicios simples de cambios, Pero… y lo digo con MAYUSCULAS: el aprender “seriamente” el Cambio de Rol, debiera recaer únicamente sobre alumnos avanzados de tango. Diría incluso, que si alguien esta interesado/a, no debiera tomar el mismo esta elección, si no consultar humildemente con un profesor calificado si se está listo para afrontar este enorme cambio o complemento. Estoy seguro de que ningún hombre o mujer, desea perder su rol inicial por desarrollar un segundo.

Otro consejo es que nunca se deje de desarrollar el rol inicial si se comienza con el segundo. Lo ideal es que en un alumno avanzado tome una clase normal x cada dos de Roles cambiados. Será así, mas difícil desorientarse o perder bases del rol inicial.
Cuando una mujer lleva de hombre, percibe errores posturales, de espera o equilibrio de quien la sigue, y cuando un hombre baila de mujer, reconoce si la marca y el caminar es claro o no en quien lo lleva. Entonces por comparación con uno o una misma se reconocen y mejoran errores o problemas que uno mismo tenía. El cuerpo aprende y mejora sintiendo los dos lados de la danza. Pero para esto hay que perder los prejuicios y pensar en la técnica. Luego en la milonga, cada cual hará de abrazo un baile.


Manuel Gonzales.




Jerga*: Lenguaje diferenciado de algunas profesiones o ámbitos sociales.





sábado, 10 de enero de 2009

El tango desde la improvisación. Bailar desde las primeras clases. Elementos básicos del tango. Diferentes orquestas y percepción musical. Comunicación, diferentes energías y matices al bailar.


Hombre:Perfeccionamiento de la marca, la energía de pareja, la proyección.Partiendo desde la comunicación de pareja para la elaboración de nuevos pasos.


Mujer:Búsqueda de la creatividad y el estilo.La columna como matriz de la interpretación de la marca.Sutilezas en la comunicación.Rol activo de la mujer.


Tango Salón - MilongueroShow de tango tradicional. Tango, Vals, Milonga.


Tango FusiónTango fusionado con otras disciplinas.


Tango NuevoEstilo surgido en los últimos años que incorpora otra dinámica de movimiento que utiliza principalmente el tango electrónico.


Tango QueerParejas de baile formadas por dos mujeres o dos hombres con intercambio de roles.



...después del tango sigue el abrazo, los rostros juntos, los cuerpos pegados y la luz de ese farol que se quiebra en millones de partículas dándole al momento un aire místico único y especial...

martes, 6 de enero de 2009

El Tango y los niños

Esta es una pequeña historia, quizás parecida a otras historias, que cuenta como los chicos se conectan con esta música tan particular.
El Tango es un ritmo que muchos llevan en la sangre, pero de difícil identidad para los mas chicos.
Quien no ha escuchado silbar o cantar un tango alguna vez. Quizás en algún rinconcito de nuestra infancia quedó el sonido de ese tango favorito del tío, del padre o del abuelo.
Y así fue como empezó.
Era abril de 1997 y Anyelén tenía 6 años; entre el clásico y el español, un día llegó su abuelo para invitarla a presenciar una clase de tango. Ese día conoció a sus primeros profesores de tango-danza, Liliana Espinosa y Germán Cassano (que hoy se encuentran en Alemania).
Nunca había escuchado tango, pero poco a poco, a través de la danza fue incorporando esta música.
Los domingos practicaba con su abuelo Ramón y durante la semana con sus profesores.
Eran dos nenas en el grupo infantil (Anyelen y Eva), pero al poco tiempo llego Quique (8) su actual compañero y después Juan Manuel (9). A fin de año ya formaban el ballet infantil de la Casa del Tango de La Plata.
La presencia de los chicos representando al tango en escuelas , funciones a beneficio, clubes, espectáculos de tango, etc., despertaba el interés en los grandes y en los más pequeños. Muchos se acercaban al Conservatorio después de ver bailar a estos niños.
Al iniciarse el año lectivo 1998, otra historia comenzaba a gestarse. Se suma al grupo Julián (5), que no tenía compañera. Un día los profesores le preguntaron a Aimé (4), hermana de Anyelén, si se animaba a practicar ochos con Julián. Y entre básicos, ochos y risas, lo que empezó como un juego se convirtió a fines de ese año en otra pareja de tango del ballet infantil.
Todos pasan por muchas etapas. Y entre bromas y elogios algunos abandonan y otros toman este ritmo con mas fuerza, con esa pasión tanguera que solo puede entender aquel que se detuvo a escuchar el tango alguna vez.
Y esto nos demuestra que los chicos por su amor a la música (rock, folklore, clásico, etc.) en todas sus expresiones, suman al tango con mucha pasión, como todo lo que hacen.
El tiempo pasa, los profesores cambian pero los chicos se siguen sumando. Al finalizar el año 1999 el grupo estaba formado por 25 alumnos.
Y esta historia se repite en muchos lugares; por curiosidad o por identidad, hay muchos chicos como estos que diariamente se suman a este movimiento para bailar o cantar. Quizás en ellos exista la esperanza de competir alguna vez en torneos, como los bonaerenses (meta de muchos niños que están por cumplir 12 años).
Por eso es necesario que se apoye al tango, como se apoya al folklore, al clásico, al rock, etc., porque esto también es parte de nuestra cultura.
Ojalá siempre existan estas "Pequeñas Semillas del Tango ", frase que dijera Mariano Mores, después de su función en el Teatro Argentino, al saber que esos chiquitos Aimé y Julián eran bailarines de tango.
Con milongas o pasos estilizados. Con un canto arrabalero o mas actual.
Podrá gustar o no sus estilos, su forma de interpretarlo, pero quizás estos pequeños bailarines, cantante y músicos, sean ese eslabón necesario para que el tango siga vigente en esta nueva generación del siglo XXI.

sábado, 3 de enero de 2009

Hollywood vs. Tango

Por Carlos G. Groppa
A partir de la inclusión, en 1921, de un tango en la película "Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis" bailado por Rodolfo Valentino, el tango apareció en el cine de Hollywood con cierta frecuencia. Lamentablemente, la inmensa mayoría de las veces ridiculizado, cuando no utilizado en muy olvidables realizaciones.
Así, a la película de Valentino le siguió, todavía en la época muda, "The Gaucho" (UA, 1928). Dirigida por E. Richard Jones y estelarizada por Douglas Fairbanks, el tango que éste baila, no obstante haber tomado lecciones con Arthur Murray, deja mucho que desear. Si bien ofrece cierta sensualidad al bailarlo amarra do con unas boleadoras argentinas a la cintura de la atractiva actriz Lupe Vélez, carece de ingenio coreográfico. Sin ser ésta una de sus mejores películas, al menos el actor lució un despampanante traje de gaucho, vistoso y suelto, de muy superior diseño al usado por Valentino.
Iniciada la época sonora, la primera película en incluir un tango fue "Flying Down To Rio" (Volando a Río) (RKO, 1933). En ella, Fred Astaire y Ginger Rogers, haciendo pareja por primera vez y sin ser los principales intérpretes, se roban la película. Dirigida por Thorton Freeland y estelarizada por Dolores del Río y Gene Raymond, la película contiene la canción Orchids in the Moonlight (Orquídeas a la luz de la luna) que Vincent Youmans compusiera a propósito para el film. Astaire, forzado a bailarla con la Del Río en tiempo de rumba, pero con un fuerte acento a tango, no aparece en uno de sus mejores momentos. El tema, luego transformado en tango, se convirtió en uno de los tangos norteamericanos más tocados de todos los tiempos.
Sin el apoyo de Astaire, Dolores Del Río vuelve a bailar un tango en una ridícula escena de "Wonder Bar" (WB, 1934). Basada en la obra teatral del mismo nombre de Geza Herczek y Karl Farkas, en la película, dirigida por Lloyd Bacon y estelarizada por Al Jolson, se escucha en una secuencia Adiós muchachos como música de fondo. Pero el tango la Del Río baila con Ricardo Cortez, titulado Tango Del Río en su homenaje, es patético des de que Cortez, enfundado en un bien cortado atuendo gaucho, juega constantemente con un látigo para disimular sus pobres dotes de bailarín, tan pobres como las de ella.
Contrariamente a ellos, George Raft fue un dotado bailarín. Haciendo perfecta pareja con Carol Lombard, Hollywood supo sacarle partido en dos películas casi del mismo corte, "Bolero" (Paramount, 1934) y "Rumba" (Paramount, 1935). Si bien Raft se destacó como galán rudo en películas policía les durante el período anterior al cine negro, el bailarín de salón que encarnó en estos dos semi-musicales ha quedado entre sus mejores trabajos para el cine. Bailando ritmos tropicales ligados con la sensualidad del tango –una vez más El choclo, coreografiado por la pareja de bailarines Veloz y Yolanda–, Raft demuestra aquí ser uno de los mejores actores que bailó tango en la pantalla, a pesar de haber sido doblado en algunos pasos por el mismo Veloz.
El tango estaría nuevamente te presente en "Under the Pampas Moon" (Amor de gaucho) (Fox, 1935), una película con un argumento muy simple, ambientada entre caballos, gauchos en la pampa y el hipódromo de Buenos Aires. Estelarizada por Warner Bax ter, éste se negó a usar las amplias bombachas gauchas durante la filmación, pero no el cinto ancho de monedas de plata. Hablando con acento argentino, interpreta a un gaucho de una estancia amante de las carreras de caballos. Perdida en el reparto, haciendo su segunda aparición en la pantalla, está Rita Cansino, que con el tiempo se convertiría en una leyenda del Hollywood al cambiarse el nombre a Rita Hay worth.
Su corto pero fogoso baile flamenco mezclado con tango, capturó inmediata atención. No obstante, lo mejor de la película es el “cobra-tango”, inspirado en la lucha entre un tigre y una serpiente, bailado por la ya mencionada pareja Veloz y Yolanda, que se venía destacando en cine por la visualidad de sus tangos y rumbas.
Ese mismo año se estrenó “Hi, Gaucho!” (RKO, 1935) con Rod La Rocque. Esta película contó con dos atractivos: la única actuación en el cine norteamericano de Enrique De Rosas y el uso, por primera vez en Hollywood, de vestimenta gaucha auténtica. La parte triste fue el argumento que mezcló gauchos con cowboys en una acción similar a las películas del Oeste.
Así como "Flying Down To Rio" fue la primera película que unió a Astaire con Ginger Roger, "The Story of Vernon And Ire ne Castle" (RKO, 1939), fue la última en la que trabajaron juntos. En esta película bailan un tango de salón depurado, tanto como pudieron depurarlo los Castle, la pareja de bailarines biografiados en la película. Astair-Rogers, haciendo el ridículo de ellos mismo vestidos como andaluces, bailaban en tiempo de tango Rose Room de Art Hickman.
Igualmente, Cesar Rome ro, otro excelente bailarín y actor de renombre, hace el ridículo bailando algo así como La cumparsita vestido de charro en la película “Cisco Kid and The Lady” (Fox, 1939). Encarnando el personaje central de una conocida historieta ambientada en la colonial California, tanto el personaje como la acción y ambientación de la película nada tienen que ver con el tango.
Al año siguiente se estrena "Down Argentina Way" (Sere nata argentina) (Fox, 1940) con Don Ameche, los Nicholas Brothers, Carmen Miranda y Betty Grable en su papel consagratorio como estrella musical de la Fox. Dirigida por Irving Cummings, la película sólo acentuó la desubicación que siempre caracterizó a Hollywood tanto geográfica como en costumbres y música de los países lejanos.
A ésta le seguirían dos lamentables producciones: "Argentina Nights" (Universal, 1940), y "They Met in Argentina" (RKO, 1941), estereotipan do tango, país y vestimenta gaucha, como siempre. Ambas películas utilizan la trillada fórmula de mezclar los ritmos de varios países en un solo tema, las ciudades de Sudamérica con las del Caribe, y los cowboys con los gauchos.
“Argentina Nights” es una enloquecida comedia musical, vehículo perfecto para el lucimiento de los desenfrenados Hermanos Ritz haciendo de dueños de un pequeño hotel en las afueras de Buenos Aires. La parte romántica está a cargo de George Reeves como el infaltable jugador de polo, rico y soltero, que con sus compañeros de juego canta un ambiguo tango – ¿por qué no?– cuyo título lo dice todo, Amigo, We Go Riding Tonight (Amigo, esta noche vamos a cabalgar).
Así como era de entretenida la película anterior, “They Met in Argentina” fue una in trascendente comedia musical con Maureen O’Hara en el papel de una “señorita” irlandesa –¡imagínesela!– hija del dueño de un cotizado caballo de carrera. Para darle un toque romántico al argumento, su amor se lo disputan el representante de un petrolero texano que viajó a la Argentina para comprar el caballo de marras y un deportista argentino, interpreta do por el cantor Alberto Vila, al que le gusta, por supuesto, el tango. Dirigida ineptamente por Les lie Goodwins y luego, al enfermarse éste, por Jack Hively, la película fue un fracaso de boletería y un insulto para la audiencia hispanoparlante. Para remate, contaba con una de las peores partituras musicales escritas por el prolífico binomio Richard Rogers-Lorenz Hart.
Supuestamente ésta y otras desastrosas películas fueron consecuencia de la presión ejercida por Nelson Rockefeller, en ese entonces poseedor del ostentoso título de Coordinador Comercial y Cultural de las Relaciones entre los Países Americanos, y los deseos de los estudios de incrementar sus cada vez más crecientes ganancias que le redituaban los países sudamericanos.
En "Anchors Aweigh" (Leven anclas) (MGM, 1945) Gene Kelly y Frank Sinatra, como dos marineros recién desembarcados en New York, son dirigidos por George Sidney. Kelly, interpretando a un romántico y aventurero personaje, soñando estar en un estudio de cine, trata de con quistar a su dama bailándole un tango. Nada menos que La cumparsita. Vestido como bailarín flamenco y mezclando el estilo del tango de Valentino con el de Fairbanks, lo baila como si fuese un energético y acrobático fandango. El número, no obstante constituir uno de los tres mejores bailes de la película, no fue muy del agrado de los tangueros clásicos.
La memorable bofetada que Rita Hayworth le da a Glenn Ford en “Gilda” (UA, 1946) y su natural y provocativa presencia hicieron de esta película un éxito. Ford interpreta a un jugador de pequeña estofa que trabaja para el dueño de un casino casado con la des bordante Gilda. Desde que la acción se desarrolla en Buenos Aires, para Charles Vidor, di rector de la película, el tango le pareció obligatorio. Por lo tanto, se escuchan varios falsos tangos de fondo, además de verse un falso grupo musical con un bandoneonista tan falso como los tangos que se escuchan, todo filmado en un estudio de Hollywood.
Terminada la guerra, Vin cent Minelli dirigió "The Pira te" (El pirata) (MGM, 1948) en la que Gene Kelly se enfrenta nuevamente con La cumparsita. Ambientada la acción en una supuesta isla del Caribe alrededor del 1800, Kelly comparte el reparto con Judy Gar land. Si bien la música pertenece a Cole Porter, la versión de La cumparsita incluida gira entre tango y españolada con mucho del Bolero de Ravel. Coreografiada y bailada con desparpajo y visualidad por Gene Kelly, gracias a su enorme talento, el baile se convierte en el mejor número de la película.
"Sunset Boulevard" (El ocaso de una vida) (Paramount, 1950) tiene enchufado otro tango. La historia de una decadente estrella del cine mudo que quiere retornar a ser lo que era, es dirigida brillantemente por Billy Wilder. En una sola secuencia, y como un detalle de época para pintar un ambiente snob, el tango que envuelve a Gloria Swanson y William Holden suena ceremonioso y europeo.
En forma aberrante, en "Kiss of Fire" (Beso de fuego) (Universal, 1952), con Jack Palance y Barbara Rush, narrando una historia ubicada en el suroeste norteamericano durante la colonización española tiene un tango. ¿Cómo es posible? Joseph Gershenson, que escribió la banda de sonido muy por debajo de su habitual calidad, elije como leiv motiv El choclo. Como un tango no tenía sentido geográfico ni de época en la película, probablemente fue incluido para dar un clima es pañol, o quizás porque en ese momento El choclo se había popularizado cantado en inglés por varios artistas y con el mismo título que la película.
Billy Wilder vuelve a usar un tango en "Some Like It Hot" (Una Eva y dos Adanes) (UA, 1959), ligándolo a una escena de romántico contenido, aun que de confuso significado –¡por supuesto!. Brindando una de sus brillantes y más logra das comedias, Wilder ubica la acción en California en los tumultuosos años 20. Si bien Marilyn Monroe es la principal estrella femenina, el tango lo bailan Jack Lemmon vestido de mujer y Joe E. Brown, haciendo ambos una notable caricatura de ellos mismos, y del tango.
En 1961, Vincent Minelli dirigió la versión sonora de "Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis" (MGM, 1961). Actualizada la acción a la Segunda Guerra Mundial, Glenn Ford, en el papel del gaucho de la ciudad, dio una de sus peores actuaciones. Por otra parte, la película resultó un verdadero plomo, estática y sin creatividad. La versión muda con Valentino, comparada con ésta sonora, bien puede ser considerada una verdadera obra maestra. Ford, bailando malambo, un bolero y un tango, luce insoportable. Por otra par te, el tango –muy europeo, escrito por André Previn– se es cucha como música de fondo en una fiesta que dan las fuerzas de ocupación nazis en París.
John Millius, el director que puso en labios de Clint Eastwood la famosa frase “Adelente, haz mi día” en “Dirty Harry”, hace su explosivo debut cinematográfico con “Dillinger” (MGM, 1973), biografía del famoso pistolero encarnado por Warren Oates. Aprovechando que la acción ocurrea fines de los “roaring ?20" injerta La cumparsita, rítmica y muy de salón, bailada empaquetadamente por Ben Johnson y una hermosa extra, en una escena bastante olvidable, a pesar de la calidad de la película.
La sensitiva sátira escrita por F. Scott Fitzgerald sobre la lucha por el éxito y el colapso del sueño norteamericano es relatada por el director Jack Clyton en “The Great Gatsby” (1974). Ubicada la acción también en los “roaring `20", la película incluye dos tangos. Mejor dicho, dos composiciones inspiradas en el ritmo del tango, escritas e interpretadas por la muy sincopada orquesta de Nelson Riddle. A pesar de ser Robert Redford y Mia Farrow los principales personajes, ellos no lo bailan. Los tangos son usados en dos espectaculares, pero cortas escenas musicales bailados masivamente en una fiesta con desbordante coreografía.
Después de un paréntesis de cuatro años de no escuchar se tango en las películas, el estreno de “Just a Gigolo” (UA, 1978) puso nuevamente al tango en la pantalla de plata. La historia de un aristócrata prusiano que después de la Primera Guerra Mundial termina prostituyéndose, es buen mate rial para insertar tangos. Diri gida penosamente por el actor David Hemmings, Kim Novak y David Bowie bailan, tan penosamente como Hemmings dirije, La paloma interpretada por la Pasadena Roof Orchestra y Kiss Your Hand Madame vertida por el grupo vocal Manhattan Transfers, ambos en tiempo de tango.
"Tempest" (Columbia, 1982), basada en "La tempestad" de Shakespeare y dirigida por Paul Mazursky, muestra una melange de relaciones sentimentales de todo tipo, e incluye un pegadizo y melódico tango. Estelarizada por John Cassavetes, Gena Rowlands, Vitto rio Gassman, Susan Sarandon y Raúl Julia, todos juntos al resto del elenco cierran la película bailando, en una visual mente atractiva y casi irreal secuencia, el sensual Tango del fuego del compositor japones Stomu Yamashta.
En "Alice" (Orion, 1990), escrita y dirigida por Woody Allen, el tango sigue ligado al primitivo concepto de música prohibida y pasional, remar cando exagerada y humorísticamente los encuentros extramaritales de la protagonista. A su vez el tango hace pandant con el confuso comportamiento de la actriz Mia Farrow en la acción. Haciendo el papel de una rica neoyorquina, insatisfecha tanto de su hábito de comprar como de su marido, busca consuelo entre un oriental especialista en hierbas y un posible amante. Otra vez es La cumparsita el tango elegido, que vertido monótona mente por The Castilians, se convierte en leiv motif de la película.
Después del éxito de Al Pacino bailando Por una cabeza de Gardel-Le Pera en "Scent of A Woman" (Perfume de mu er) (Universal, 1992), Hollywood no podía permanecer inmune a la tentación de sacarle nuevo partido a la escena. En "True Lies" (Mentiras verdaderas) (Fox, 1994), su director, James Cameron, monta una no muy efectiva burla de ella sin mucho ingenio, con Arnold Schwarzenegger, estático y sin gracia, bailando con Tia Carrere el mismo tango de Gardel-Le Pera.
“12 Monkeys” (1995), una película de apretado suspenso dirigida por Terry Gilliam, es estelarizada por Bruce Willis como un viajero en el tiempo enviado del pasado al futuro para salvar a la humanidad de su extinción. La suite Punta del Este de Astor Piazzolla sirve de música de fondo a la acción.
La última película del siglo XX realizada por Hollywood llevando tangos en su banda de sonido fue “Evita” (Hollywood, 1996). Basada en el musical del mismo nombre con música de Andrew Lloyd Weber y libro de Tim Rice, la cantante Madonna, muy fuera de papel, juega el personaje del título. El argumento, que pretende ser una trozo de la historia argentina, liga desfasados de época a Agustín Magaldi con el Che Guevara y la mujer del dictador Juan Perón. No obstante, esta situación es buen material para injertar algunos tangos. Por supuesto, los tangos fueron compuesto por Weber, que sabe tanto de tango como Rice de historia.
Diversas reencarnaciones del tango de Valentino
En la década de 1950 Hollywood desempolvó la tumultuosa vida de Va lentino, sus amores, y como consecuencia su tango, para sacarle un poco más de jugo a la combinación en algunas pobres películas biográficas.
Así, en 1951, Columbia Pictures salió a la palestra con la filmación de la primera película biográfica del gran latín lover y bailarín de tango. Titulada "Valentino", presentó como atractivo el debut estelar de Anthony Dexter bailando un tango con la actriz Eleonor Parker. Por un corto tiempo, su imagen de bailarín de tango volvió a la memoria de muchos, y las generaciones que nunca intuyeron de qué se trataba ahora lo supieron.
Lamentablemente, el argumento englobaba una acumulación de hechos desvirtuados de la realidad que desencadenaron una serie de juicios legales por parte de las personalidades rea les involucradas en la historia. La publicidad gratuita que esto provocó no evitó que la película entrara en el olvido. Además sus pocos valores artísticos hicieron que ni tan siquiera fuese recuperada con la aparición del video.
El actor que encarnaba a Valentino, Anthony Dexter, fue elegido de entre los más de 75.000 participantes que se presentaron, después de hacer se cerca de 400 pruebas ante las cámaras. Al final, su extraordinario parecido con Va lentino terminó por arruinarle la carrera cinematográfica. Sin poder sacarse de encima la imagen del italiano, luego de un par de películas más, basa das en remakes de éxitos de Valentino, abandonó el cine y se dedicó a su antigua profesión de maestro de escuela.
Casi 25 años después, el actor italiano Franco Nero encarnaría al famoso ídolo del cine mudo en "The Private Life Of Rudolph Valentino" (1975). Compartiendo el reparto con la actriz Ivette Mimieux en el papel de Natacha Rambova, esta película fue la única filma da especialmente para la tele visión norteamericana. Basada más en una recreación literaria que en hechos reales, las condiciones de bailarín de tango que poseía Valentino se desvirtuaron totalmente.
Dos años más tarde, el bailarín ruso Rudolf Nureyev encarnaría al eterno amante en otra película que pretendió ser biográfica. Con la actriz Michelle Phillips en el papel de Natacha y también titulada "Valentino" (1977), fue dirigida por el inglés Ken Russell mezclando irreverentemente realidad con ficción. En ella figura, además de la secuencia del tango de la película "Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis", otra con el personaje enseñándole a bailar un tango –un tango muy europeizado interpretado por Stanley Black, uno de los directores ingleses de orquesta de baile más cotizados de Europa– al famoso bailarín ruso Vaslav Nijinsky, encarna do por el bailarín y actor Anthony Dowell. Esta escena, llevada con una restringida homo sexualidad, es gratuita, ya que el evento narrado nunca existió. No obstante, la secuencia donde supuestamente Valentino baila el tango en publico por primera vez al arribar a New York, es asombrosa en creatividad y concepción. Si bien la coreografía puede disgustar a los puristas, Nureyev baila con garra y pasión una espectacular versión de El choclo, mezclan do a la perfección tango, malambo, tap y ballet clásico.
Epilogo
Mechadas entre todas estas películas hubo muchas otras en que el tango siempre apareció ambientando escenas eróticas y sensuales desarrolladas en re motas “Banana Republics” perdidas en el mapa de Sudamérica, o como fondo musical de prohibidos y explosivos encuentros pasionales desarrolla dos entre oscuros tugurios y sofisticados salones.
Ajeno a que en ellas el tango fue usado en forma burlona y caricaturizado, mayoritariamente mostró la pobreza imaginativa de los ejecutivos de Hollywood para seleccionar material musical fuera de su radio de acción. Sirva de ejemplo La cumparsita y El Choclo. El primero fue usado reiterada mente en "The Pirate", "Anchors Aweigh", "Some Like It Hot", "Sunset Boulevard", "Alice", "Valentino", “Dillinger”, etc.; el segundo en "Bolero", también en "Valentino", "Kiss of Fire", y otras.·